Dejé casa, tierra y heredad (Brotes de olivo)
Dejé mis lugares queridos, dejé cuanto me ata a lo humano: En tanto me divertía una luz brilló en mi mente: Me costó la misma vida desprenderme de mi herencia Mas aquello que creía fuera para mí, dolor, Y ahora veo como personas que no sabían del amor, Mas, ¡qué grande es la vida!, que un día el placer desgarra, |