Falsos pastores (Brotes de olivo)
(Ez 34)

Son muchos los que nacieron para cantar la verdad,
y muy lejos de entonarla sus vidas la hicieron callar.

Muchos optaron por ser cuidadores de caminos,
convirtiéndose más tarde en ladrones de los mismos.

¿Qué estás haciendo, pastor, que abandonas tus ovejas,
no ves que se encuentran solas y están gravemente enfermas?

No hagas que en ti se cumpla de Ezequiel la profecía,
y le entreguen tus ovejas a quien menos tú creías.

"Vete a los campos, pastor, no dejes nunca el rebaño,
llena de Dios su camino aunque el precio te sea caro,

pues cuando Dios te llamó y elegiste decir sí,
no fue por otra razón que la de morir a ti".

Hoy las puertas de los templos, que abiertas estar debieran,
permanecen muy cerradas, aunque aparezcan abiertas.

Pues adentro de los templos no se accede por la puerta,
se hace a través de la vida que en su interior se genera.

No existe culto tan vivo como el rito de la vida,
el que a todos enamora por la paz de él nacida.

Hoy urge resucitar al pueblo que se durmió
¡que huya del culto muerto que fue el que lo mató!