Pueblo de dios (Brotes de olivo)

Labraremos una tierra de misión, construiremos un edén en la ciudad,
ahondaremos la azada en un surco de vida, nacerá en esta tierra el Pueblo de Dios.

Ha de ser el lugar universal donde todos cabida han de tener,
del más rico al más pobre y al que nadie cobija hasta ver que siente a Dios dentro de él.

Pueblo de Dios, a Jesús en cada esquina hemos de ver.
En la oración y al trabajar, Pueblo de Dios comienza a caminar.

Esta tierra que pisamos santa ha de ser y los hombres que la pisan buscarán
soportar en la espera y perdonar en las caídas y viviremos la Nueva Jerusalén.

Bésala y róbale su humildad, pon rodillas en su suelo, que es de Dios,
y si él te contagia la humildad de su tierra, cielo nuevo cubrirá el Pueblo de Dios.

Desde antaño ya san Juan nos presagió cielo nuevo sobre una santa ciudad
y una voz que decía: "Es de Dios su morada y con su pueblo en esa tierra vivirá".

No ha de haber duelos, penas ni temor, ni en los ojos nunca lágrimas habrá,
pues Yavé entre su pueblo enjugará sus mejillas y con ellos su Palabra cumplirá.

Pueblo de Dios, un rebaño que apacienta el Gran Pastor.
En el servir y en el amar, Pueblo de Dios, pesebre de la Paz.