Señor, ¡envíanos tu Espíritu! (Brotes de olivo)

Señor, ¡envíanos tu Espíritu! Envíalo pronto, ¡Señor!

Para matar mi ira, para entender la suerte,
para cambiar mi vida y para amar tu muerte.

Para servir de antorcha a quien sin luz se muere,
para servir de impulso a quien se sienta inerte.

Para vivir amando y en el dolor quererte,
para romper mi barca, donde en mí me hago fuerte.

Para saber seguirte en gozos y en tristezas,
como lo hizo tu madre, que seamos como ella.

Para matar mentiras y beber de tu fuente,
manantial de agua viva y así ya no se miente.

Para quitar las dudas en mis tardes sombrías,
y acabar con mis miedos y con mis cobardías.

Para ser puro y limpio como la espuma y la nieve,
para ser como un niño que a ti nunca reprende.

Para saber de ti, para entender la cruz,
para saber amar como me amaste tú.