Comeremos de los frutos de la tierra y del agua que de arriba le cayó,
del trabajo del labriego y su cansancio y la gente que con gozo preparó.
Gracias a los hombres y al calor del sol, al agua y la tierra que fue quien lo dio.
Que haya buen provecho de lo que se nos dio, y recordemos siempre al que no comió.