Ciudad joven (Brotes de olivo)
Sopla el polvo que ha cubierto la brillantez de tu vida A lo largo de los años fuimos perdiendo el sabor, ¡Vente!, vente hasta la Ciudad Joven, a dar vida a lo que muere, Sólo es de los sencillos que caminan tras de Dios, En Ciudad Joven soñamos con absurdas profecías, Y a los hombres compartiendo cuanto heredaron de Dios: ¡Ven!, ven y toma lo que tengo, pues no es mío sino tuyo; Y a quien de Dios viva lejos le llegará su rumor, |