Sueños de riquezas (Brotes de olivo)
Hubo un pobre pastorcico que desde el alba hasta la aurora, Vio un día con desdén un gran gentío que iba Ansioso quiso saber de tanta gente por qué; Con su mente jubilosa pensó: "Éste es el que yo esperaba, Con prisa al portal llegó; dormido vio en el pesebre ¡Qué feliz es el pastor! Desde el alba hasta la aurora, |