Perdona a tu pueblo

Perdona a tu pueblo, Señor, 
perdona a tu pueblo, 
perdónale, Señor.

No estés eternamente enojado, 
no estés eternamente enojado, 
perdónale, Señor.

Por las heridas de pies y manos, 
por los azotes tan inhumanos, 
perdónale, Señor.

Por los tres clavos que te clavaron 
y las espinas que te punzaron, 
perdónale, Señor.

Por tus profundas llagas crueles, 
por tus salivas y por tus hieles, 
perdónale, Señor.