Perdona a tu pueblo Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor. No estés eternamente enojado, no estés eternamente enojado, perdónale, Señor. Por las heridas de pies y manos, por los azotes tan inhumanos, perdónale, Señor. Por los tres clavos que te clavaron y las espinas que te punzaron, perdónale, Señor. Por tus profundas llagas crueles, por tus salivas y por tus hieles, perdónale, Señor. |