Alma

Alma que estás hablando con tu Dios, recuerda:
cuando llegué el desamparo,
al que no encuentres explicación;
es noche oscura que te prepara
el equipaje para ir a Dios.
Y cuando pienses que Dios se ha dormido,
Él te responde dando la misma razón:

Búscame en el amargo
licor de la tristeza (bis).

Alma que estás hablando con tu Dios, escucha:
en el silencio Él te sosiega,
calma tormentas en tu interior;
son sus palabras playa y arena
donde descansa quien naufragó.
Y cuando pienses que Dios se ha dormido,
Él te responde dando la misma razón:

Búscame en el amargo
licor de la tristeza (bis).

Alma que estás hablando con tu Dios,
recuerda, escucha:

Búscale en el amargo
licor de la tristeza (bis).