Alma Alma que estás hablando con tu Dios, recuerda: cuando llegué el desamparo, al que no encuentres explicación; es noche oscura que te prepara el equipaje para ir a Dios. Y cuando pienses que Dios se ha dormido, Él te responde dando la misma razón: Búscame en el amargo licor de la tristeza (bis). Alma que estás hablando con tu Dios, escucha: en el silencio Él te sosiega, calma tormentas en tu interior; son sus palabras playa y arena donde descansa quien naufragó. Y cuando pienses que Dios se ha dormido, Él te responde dando la misma razón: Búscame en el amargo licor de la tristeza (bis). Alma que estás hablando con tu Dios, recuerda, escucha: Búscale en el amargo licor de la tristeza (bis). |